Alfonso Márquez Ceballos

sábado, 7 de abril de 2012

EL CABUJON (mujeres inequívocas y distantes)


MUJERES INEQUIVOCAS
Y DISTANTES


EL CABUJON

ANA HABIA SALIDO con tan solo veinte años de edad de aquella
vieja casona erguida a finales del siglo XIX. De desgastados azulejos.
De aquel nicho en el patio con la imagen de la Inmaculada Concepción.
Joven. Vorazmente hermosa y con ganas de llevarse el mundo por
delante de manos de aquel comunista que le doblaba en edad.

1932.
-Y qué habrá sido del comunista? -se preguntaba, Ana. Pobremente
vestida y peinada todavía a la garçonne-, nada. De Dionisio no queda
más que el recuerdo de una miserable habitación. De interminables
insomnios apaciguados por el humo de aquellos apestosos tabacos.
Recuerdo los tangos y muchas noches fornicando hasta la saciedad.
Embriagándome de su sexo hasta desvariar. Era un condenado de la
vida y yo me condenaba junto a él.  Aquel cuartucho crispaba el buen
sentido de lo racional. Era tan gris. La desesperación de las almas.
Siempre era lo mismo. Eso acabó todo.
 Después del osado Dionisio, Ana había amasado una vieja valija de
harapos. Un cuerpo quebrantado por la penuria. La negativa de su
padre desasistiéndola como su hija y una mezcla de ira y desamor.
El fantasma de Dionisio se perpetuaba. Depresión, dolor, hambre.
Una miseria lacerante. Ni hablar de aquel cuarto húmedo y de luz
agonizante, que crispaba todos los sentidos. Sol existía una diferencia:
la ausencia de Dionisio. Eso lo hacía más letal.
 Fue en una de esas frías tardes. La vida le obsequiaba treinta años de
edad. Nada más. Continuaba el mismo frío sepulcral. La misma vulgaridad
del habitad hasta que en un momento irrumpió:
-¡se acabó! Es el fin de esta vida de mierda! No hay regreso.
 Esas palabras marcaron el final de "Dionisio, el condenado".
 Al tiempo, Ana compraría un mercado de víveres. Unas medias de seda
y un labial de intenso bermellón. Ya no existía tregua. Solo el deseo
casi vehemente de hurgar el mundo sin importar la razón y el perdón.

1952.
- Nuevamente-, decía Ana frente al tocador.
De hermoso peinado terminado en rodete. Ataviada de un perfecto
vestido negro. Adornado con un impresionante cabujón. Su mirada
era implacable.

Alfonso Márquez Ceballos

miércoles, 4 de abril de 2012

1973. SOBRE JULIA

1973. SOBRE JULIA

2010
Oleo/lienzo (oil on canvas)
60 x 90 cm

1973. SOBRE JULIA

1973. JULIA

2010
Oleo/lienzo (oil on canvas)
60 x 90 cm

1978. SEÑORA DE NEW YORK

1978. SEÑORA DE NEW YORK

2010
Oleo/lienzo (iol on canvas)
100 x 100 cm

1978. SEÑORA DE NEW YORK

1978. SEÑORA DE NEW YORK

2010
Oleo/lienzo (oil on canvas)
100 x 100 cm

domingo, 1 de abril de 2012

SERIE: ALGUIEN VIENE

MAYORDOMO (sidesman)

2009
Oleo/papel(oil on paper)

SERIE: ALGUIEN VIENE

CRIADA CON CANDELABRO (housemaid with candle)

2009
Oleo/papel (oil on paper)

SERIE: ALGUIEN VIENE

MADAME OFELIA

2009
Oleo/cartón (oil on cardboard)

SERIE: ALGUIEN VIENE

LA INSTITUTRIZ (the governor)

2008
Oleo/madera (oil on wood)

SERIE: ALGUIEN VIENE

ALGUIEN VIENE

2009
Oleo/cartón (oil on cardboard)

SERIE: ALGUIEN VIENE

LA FAMILIA (the family)

2004
Oleo/lienzo (oil on canvas)

SERIE: ALGUIEN VIENE

EL AMA DE LLAVES (the housemaid)
2004
Collage

SERIE: ALGUIEN VIENE

EL AMA DE LLAVES (the housekeeping)

2009
Oleo/papel (oil on paper)

SERIE: ALGUIEN VIENE

LA CASA No. 140

2009
Oleo/papel (oil on paper)

SERIE: ALGUIEN VIENE

LA CASA DE LA COLINA

2008
Oleo/cartón (oil on cardboard)